POR UN CALENDARIO AC
POR UN CALENDARIO ACORDE AL HEMISFERIO SUR
- Que se modifique la ley que traslada los feriados entre semana para los lunes y, o bien se respete el día en el que cae el feriado (con lo cual la "sorpresa" de contar con un feriado en un día distinto de lunes rompe la cada vez más monótona y vertiginosa vida actual), o bien se alterne con día viernes. El Congreso no cayó en la cuenta de que con el traslado a día lunes de los feriados, hay muchas actividades que cuentan con menos días para poder realizarse (un ejemplo son las clases de un curso, que pueden ver disminuidas sus sesiones de 16 a 13 clases, con todos los costos que ello implica; o para quien SOLO puede dedicar el lunes para trabajar part time en otro lugar, que vería disminuida sus posibilidades de ingreso extra).
- Que se adelante el cambio a horario de verano para el sábado anterior a Fiestas Patrias. Nuestra latitud nos favorece, de manera que adelantar en un mes el cambio de hora no implicará grandes cambios. Así, el cambio de hora coincidiría con el inicio "social" de la primavera (los volantines, el florecer de los árboles, el trinar de los pájaros, el aumento de temperaturas, el alargue de los días en "una pata de gallo"...todo ello ocurre entre fines de agosto -el dicho "ya pasé agosto" para los viejitos- y principio de septiembre), las personas llegarían casi con luz a sus casas después del trabajo (durante los últimos seis años me he fijado y efectivamente si se cambia la hora antes de Fiestas Patrias, el atardecer sería entre seis y media y siete de la tarde), la actitud de las personas cambiaría, se produciría un "quiebre" de la rutina gris del invierno, y habría una transición menos brusca con el verano (que, por lo demás, llega rápidamente y de manera brusca), de manera que el año en Chile tendría tres épocas: otoño-invierno (donde se concentra toda la actividad), primavera (extendida gracias al adelanto del cambio de hora, con la última etapa en las actividades y el inicio de la nueva temporada) y el verano (con la finalización del año y el merecido descanso).
- Que se tome conciencia de que lamentablemente el calendario no nos beneficia en el hemisferio sur. Los hitos en el ciclo anual (feriados) fueron generados en el hemisferio norte y en occidente. Fechas como Navidad y Año Nuevo no coinciden con el término del año escolar, con el cierre de actividades, con la preparación de la temporada estival, y en muchos países, tampoco coincide ni con Teletones ni elecciones generales. Ni hablar de balances, inventarios, anuarios, evaluaciones y de seminarios y concursos públicos de última hora para ocupar los últimos fondos que quedaron del presupuesto del año. Es natural que estemos estresados, que vivamos corriendo, que para la cena de Nochebuena estemos cansados y cayéndonos de sueño, y que para el Año Nuevo digamos "pero si parece que el año nuevo del año pasado fue ayer..." Aquí, en el hemisferio sur, no tenemos ninguna fiesta a mitad de año que marque un hito y nos dé la sensación de que el tiempo pasa más lento. Aparte de las vacaciones de invierno para los estudiantes, no hay nada. Julio es un yermo de feriados, y no hay ninguno hasta el 15 de agosto, que pasa sin pena ni gloria, porque todos esperamos las Fiestas Patrias, siempre y cuando caigan en días de semana, claro. En el hemisferio norte, en cambio, cuentan con varios hitos, muchísimos. En el Mediterráneo, el inicio del verano lo celebran para el día de San Juan. La semana del 24 de junio es la última semana laboral normal, algo así como la actual semana para nosotros. Claro que la viven más tranquilamente, con pausas y con el tiempo para dejar todo bien terminado y no a la rápida y entre cenas, regalos y compromisos como nosotros. El que se va de vacaciones en el hemisferio norte, tiene al menos, más tiempo para cerrar los temas del año. Lo que para nosotros es julio, un sitio eriazo en el calendario respecto de fiestas, para el hemisferio norte es diciembre, una delicia de festividades sin las complicaciones del cierre del año. En algunos países, incluso, los examenes de la primera mitad del año lectivo se toman unas semanas después del regreso de las "vacaciones de fiestas de fin de año", es decir, se respeta este tiempo como un tiempo de familia y de compartir. Con todo esto, no sorprende lo bien que trabajan, lo bien que viven y lo mucho que disfrutan en muchos países de Europa. ¿Por qué? Pues bien, porque el calendario lo hicieron ellos, a su pinta, según sus necesidades y de acuerdo a sus estaciones, luz del día, etc. Y obvio, si alguien inventa algo, lo tiene que hacer a su pinta y según conveniencia.
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